Todos nos merecemos un tórrido romance que nos cale los huesos y estremezca el sexo.
Que nos destroce las entrañas hasta volverlas cenizas.
Un romance que se evapore y después de llorar nos desabotone la lengua.
Todos nos merecemos un romance que nos muestre las sombras.
Para después poder resurgir.
Que nos destroce las entrañas hasta volverlas cenizas.
Un romance que se evapore y después de llorar nos desabotone la lengua.
Todos nos merecemos un romance que nos muestre las sombras.
Para después poder resurgir.
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